Casas rurales en Vidrá

Mas Quintana de Ciuret es una masía del siglo XVI, totalmente reformada el año 2011, pero sin perder los orígenes de la vida rural de la montaña catalana, situada a 1200 metros de altitud, entre las cordilleras de Bellmunt y Milany y en la encrucijada de las comarcas de Osona, el Ripollès y la Garrotxa. A pesar de la proximidad del Mediterráneo, su vegetación es de tipo atlántico con extensos hayedos y zonas de pasto. El acceso se realiza a través de una pista asfaltada que une las comarcas de Osona y la Garrotxa, que se extiende des de la población de Vidrà, municipio de la que forma parte, y de la que se encuentra a unos 6 km de distancia, con el de La Vall d’en Bas a unos 14 km. Su recorrido es de los más espectaculares de Cataluña y nos permite apreciar toda la riqueza natural y paisajística de la zona. Es un lugar ideal para la práctica del excursionismo, des del cual podemos acceder a sitios tan emblemáticos como la cumbre de Puigsacalm, Bellmunt, el castillo de Milany o de Curull o simplemente reencontrarse con el silencio únicamente estorbado por el canto de los pájaros, los cencerros de los rebaños o el ruido de las aguas de los riachuelos.

Cal Pubill de Ciuret es una masía del siglo XVII, totalmente reformada el año 2015, pero sin perder los orígenes de la vida rural de la montaña catalana, situada a 1200 metros de altitud, entre las cordilleras de Bellmunt y Milany y en la encrucijada de las comarcas de Osona, el Ripollès y la Garrotxa. A pesar de la proximidad del Mediterráneo, su vegetación es de tipo atlántico con extensos hayedos y zonas de pasto. El acceso se realiza a través de una pista asfaltada que une las comarcas de Osona y la Garrotxa, que se extiende des de la población de Vidrà, municipio de la que forma parte, y de la que se encuentra a unos 6 km de distancia, con el de La Vall d’en Bas a unos 14 km. Su recorrido es de los más espectaculares de Cataluña y nos permite apreciar toda la riqueza natural y paisajística de la zona. Es un lugar ideal para la práctica del excursionismo, des del cual podemos acceder a sitios tan emblemáticos como la cumbre de Puigsacalm, Bellmunt, el castillo de Milany o de Curull o simplemente reencontrarse con el silencio únicamente estorbado por el canto de los pájaros, los cencerros de los rebaños o el ruido de las aguas de los riachuelos.